Necesitamos un internet decente ¡YA! en el mundo entero
Tengo una extraña sensación de que internet, podría ser una herramienta controladora de las diferencias de clases sociales en el mundo entero. Privar a una persona de internet hoy día es peor que estar condenado al encierro. Sin internet no puedes hacer pagos de servicios básicos, transferencias, tener acceso a información, te desconectas de tus familiares y para quienes vivimos de negocios digitales, es simplemente, privarnos el derecho al trabajo. Pero hay una cruel realidad, el servicio de internet no es igual en todas partes del mundo y eso constribuye a la desigualdad social, por eso, la necesidad de un internet decente debería ser una prioridad para quienes tienen en su poder el control de las políticas públicas.
¿Qué es tener un internet decente?
El acceso a internet no es igual en todas partes, aún sueño con tener una computadora que la pueda abrir en cualquier lugar y simplemente ya esté conectada a internet. Con una velocidad decente y de calidad, aunque sea un servicio pago, porque lo gratis no funciona. Alguien siempre termina pagando lo que es gratis, casi siempre el más débil de la cadena. Desearía un servicio por el que no tenga que estar preocupada por la cantidad de tiempo que estoy conectada, el número de descarga que he hecho o lo pesado que pueda ser una plataforma ya que seguro mi internet no la abrirá. Un servicio decente, desde mi perspectiva, es uno que no te haga dar cuenta de todo esto.
Mientras ciudades europeas, norteamericanas y asiáticas cuentan con empresas de telecomunicaciones que compiten para ofrecer distintos tipos de servicio de internet como tarifas para Pymes, tarifas para autónomos, tarifas corporativas, al menor precio posible y con un internet que funciona. En otras partes del mundo, se está haciendo magia para obtener, aunque sea, la tarifa básica residencial.
Por otro lado, también es cierto que algunos lugares están más privilegiados que otros en cuanto al acceso a internet. Puede encontrarse un internet decente en las grandes ciudades, pero si te toca vivir en un pueblo, en áreas rurales o en zonas que no son de interés para actividades económicas, entonces, o te mudas o sufres las consecuencias.
¿De qué nos perdemos por la falta de un internet decente?
La falta de un internet decente en casa o en la oficina afecta la productividad de un país entero. Es torpe pensar, y sé que muchas personas aún lo piensan, que internet es un lujo y en todo caso un servicio del que se puede prescindir. Este es el pensamiento de un grupo de personas, ignorante de todo lo que se puede hacer con internet, mientras que en otras partes del mundo se está hablando de considerarlo un derecho humano, básico como la luz o el agua.
Con un internet decente en casa puedes trabajar y ganar más dinero que de la forma tradicional, puedes comenzar una vida como micro-emprendedor digital, puedes conectarte con colegas del mundo entero y aportar a la ciencia más de lo que lo harías enclaustrado en una oficina. Puedes darte cuenta de lo que está haciendo el mundo para buscar soluciones, viajar todos los días a culturas distintas. E incluso puedes introducir innovaciones en tu región local con tan solo estar conectado con clientes o proveedores que ya están poniendo en marcha proyectos innovadores en sus países.
En cuanto a las empresas digitales, ni hablar de todo lo que se pierde. A las empresas digitales les toca competir con un mercado global. La competencia es dura. Si no se tiene un internet decente no se puede hacer una videoconferencia, transmitir eventos en vivo, hacer consultoría por Skype o acceder a un curso online para mejorar las competencias.
Todo esto se pierde por la falta de un internet decente.
Y… ¿no es el internet, más bien, un problema para la sociedad?
¡Qué estupidez!
Están quienes se dedican a destrozar la valía del internet, que si los niños pasan todo el día en internet y eso es malo, que si estar conectado todo el día a las redes sociales es improductivo, que si la información que se lee en internet cada vez es más basura. Y puede que todo eso sea cierto. Pero definitivamente no es culpa de internet, sino de las malas regulaciones de su uso comenzando desde casa.
Estoy cansada de ver como los padres les abren perfiles de Facebook y YouTube a los niños menores de 13 años, cuando esto está prohibido. Luego, vienen estos famosos retos que cobran vidas de niños. Y ¿cómo abren un perfil a un niño menor de 13 años?, las plataformas no te dejan, pero si mientes sobre su edad lo abres. Y esto es lo que hacen los niños apoyados por sus padres.
Y por otro lado, están los gobiernos que creen que disminuyendo la velocidad de internet o limitando el uso de ciertas páginas lograrán acallar el furor de una comunidad crítica. Nada más alejado de eso, y si no fíjate en el caso venezolano, los ciudadanos de este país se han convertido en reporteros críticos y le ha dado una valía a la red social de Twitter superior de la que se le ha dado en cualquier otra parte del mundo.
La información es poder, y eso ya lo hemos aprendido muy bien.
¿Qué hacer para lograr un internet decente en el mundo entero?
Por ahora, nos toca concientizar y hacer un llamado de atención a las empresas de telecomunicaciones para comenzar a crear planes de internet especiales para el pequeño sector productivo (negocios digitales, autónomos y Pymes) que trabajan desde casa. Un internet residencial puede impulsar un pequeño sistema productivo.
El internet en casa ya no solo se utiliza como pasatiempo, ni para enviar unos pocos correos a la semana. Ya muchos estamos utilizando el internet para trabajar y competir con microempresas de todo el mundo. Bravo por las empresas de telecomunicaciones que han entendido esta realidad y apoyan a su sistema productivo y entorno social.
Quienes aún no tenemos ese apoyo por parte de nuestro entorno, sufrimos, pero soy optimista porque esto tiene que cambiar.
Muy buen articulo de verdad sin internet nos seria hoy tan facil comunicar de un extremo a extremo de nuestro planeta. Es verdad que hay personas que creen que el Internet es lujo.
Muy de acuerdo con su punto de vista, que nosotros los padres hemos permitido que uestros hijos a sus cortas edades. tenga acceso a diferentes páginas y tener facebook,Instagram etc.
Muchas gracias Iveth por comentar. Sí el internet han permitido que se vuelva una necesidad hoy día. Pero también es un punto de desigualdad social por esa misma necesidad.