El crecimiento de las empresas digitales es un hecho eminente y aquellas empresas de asesoría empresarial que no lleven a cabo una transformación digital, para sí mismas y para sus clientes, tenderán a desaparecer.

La transformación digital ha tocado a todo tipo de empresa. No ha sido un fenómeno sólo para las grandes corporaciones, las PYMES y las empresas de servicios tradicionales han tenido igualmente que adaptarse. La estrategia de algunas empresas de servicio empresarial españolas como https://beltranasesores.com/ que han sabido adaptarse a este fenómeno, ha sido la de incorporar una asesoría integral de negocios que involucre profesionales multidisciplinarios; prestar atención a una gama de nuevos clientes que no habían recibido la atención necesaria y facilitar cualquier tipo de trámites vía online.

La asesoría integral de negocios es un concepto que ya no incluye solamente asesoría empresarial en término legal, fiscal, contable o mercantil como lo conocíamos tradicionalmente. Por un lado, estos son términos que han sufrido transformaciones desde su propio concepto. Ahora es necesario hablar de una contabilidad sin fronteras, un registro mercantil para una apertura de tienda digital o una asesoría en fintech. Por otro lado, se amplía la oferta de servicios a la que estábamos acostumbrados. La gestión de marketing digital, la gestión de redes sociales o la creación de empresas digitales son servicios demandado cada vez más a las empresas de asesoría.

Además, otros tipos de clientes comienzan a ser muy atractivos para las empresas de asesoría empresarial como son los autónomos o freelance que cada vez más se incorporan a una comunidad productiva que forja empleos igualmente freelance. Y por supuesto los emprendedores y Start up que crecen aceleradamente en el mundo.

¿De qué se trata la transformación digital?

La transformación digital, al contrario de lo que la mayoría piensa, no requiere de una gran inversión monetaria, es más bien un asunto de gestión del cambio. Y a nivel de las agencias y empresas de profesionales se requiere, principalmente, una transformación personal. La verdad es que una empresa no se transforma si sus principales directivos no lo hacen y esto no se logra sin una verdadera creencia en la digitalización.

La absorción de nuevas tecnologías se ha visto desde siempre como un proceso de automatización y reducción de costes. Pero, esto es muy limitado a la hora de hablar de transformación digital. Una transformación digital debe verse en conceptos prácticos de gestión en el día a día.

Por ejemplo, al aceptar una nueva forma accesible de trabajo donde la localización de los trabajadores ya no sea un factor importante. Cuando se acepta que la presencia física de algún miembro a una reunión no es necesaria, puesto que las vídeoconferencias han solucionado ese problema, sin que esto genere un estrés. Cuando logra observarse que el uso del papel es secundario, puesto que hay más transparencia en un soporte digital. También puede verse cuando cada miembro del equipo de trabajo está orientada al dato, es decir a la generación y análisis de información para ser utilizada en la gestión empresarial del día a día. Y lo más importante, la transformación digital debe reflejarse en los valores de cada miembro del equipo empresarial; por ejemplo, es sospechoso un líder empresarial que dice vivir la transformación digital y no cuenta con un perfil en Linkedin, Twitter o maneje su propio blog.

No lo olvidemos, la transformación digital es conseguir un cambio del modelo de negocio desde la raíz. Y las empresas de asesoría empresarial son las llamadas a ser ejemplo de lo que significa ese cambio. Pues son ellas las que incorporarán en sus empresas clientes este fenómeno o semilla que ya está aquí, nos guste o no.