
ETF, cuando el fondo cotizado es la mejor opción

Como todo emprendedor exitoso, o que por lo menos aspire a ser exitoso, sabe que, no existe una sola forma correcta o incorrecta a la hora de invertir el dinero. No se puede saber a ciencia cierta qué operación será beneficiosa y cuál terminará en pérdidas, se empeñe el capital que se empeñe, lo cual también puede ser extrapolado al mundo de las inversiones.
Al fin y al cabo se pueden realizar las mejores y más sesudas previsiones, pero a la hora de abrir una posición en trading con apalancamiento (forma de invertir que ya se sabe que no sólo permite invertir inicialmente con capitales más pequeños, sino que también aumenta el riesgo de las operaciones), o, por ejemplo, a la hora de comprar unas acciones, nada garantiza el éxito de la operación.
Aunque es cierto que existen formas de atenuar los riesgos, como por ejemplo utilizar fondos cotizados que repliquen índices como el Nasdaq o el SP500, los cuales históricamente han sido alcistas.
Cesta de valores
Y es que un fondo cotizado o ETF consiste precisamente en un instrumento financiero que replica la cotización de una cesta de activos, de esta forma, si se emplea un fondo basado en el Nasdaq, que es un índice bursátil que reúne las más importantes empresas tecnológicas, es porque se espera que en el medio o largo plazo los resultados sean positivos, ya que, si se toma un periodo de tiempo lo suficientemente largo la tendencia del Nasdaq es alcista.
Además los fondos cotizados también son un instrumento que los brókeres ofrecen para realizar trading de ETFs, ya que, todo índice tiene altibajos y dicha volatilidad puede utilizarse para especular, eso sí, siempre que se conozcan los riesgos derivados de ésta, unidos a los del apalancamiento que se utiliza para operar en el trading online.
Al ser una cesta de valores se espera que la cotización de unos modere el comportamiento de la cotización de los otros, de tal forma que el resultado final sea una media entre los valores más y menos exitosos de la cesta. Así las ganancias o las pérdidas no serán tan exageradas como si se invirtiese en uno sólo de los activos que componen el fondo, que en el Nasdaq podrían ser por ejemplo acciones de Tesla, Amazon o Netflix.
Entre los ETFs más exitosos podemos encontrar el QQQ, que replica el Nasdaq 100, el SPY, que replica el índice bursátil SP500, el cual a su vez es normalmente considerado como el índice de referencia si se quiere conocer el estado real de la economía estadounidense o el VTI, que replica el comportamiento en bolsa de todas las empresas estadounidenses que cotizan, por lo que en cierto modo también replica el comportamiento de la economía de la superpotencia en su conjunto.
Cabe destacar que si se utilizan los ETFs para realizar trading online, para lo cual es recomendable estudiar las reseñas de brókeres regulados en Sudamérica, se diluye el factor de seguridad que supone invertir en una cesta de acciones. Pues, los únicos resultados posibles cuando se cierra una operación es que el trader gane o pierda dinero. Lo primero ocurre cuando se adivina la tendencia y el tope que alcanzará y, lo segundo, cuando no se adivina la tendencia, el tope o ambos. Esto último no tendría por qué impedir utilizarlo como instrumento si se conoce en profundidad el comportamiento y los factores que afectan al ETF elegido para invertir, al fin y al cabo, el conocimiento es lo que determina que el trader elija los fondos cotizados, el forex o las criptomonedas a la hora de abrir una posición.
Fondos cotizados, un instrumento de inversión de finales del siglo XX
Aunque los ETFs son un instrumento del que puede encontrarse información de forma recurrente, por ejemplo en la página de Twitter de los brókeres y en el resto de sus redes sociales, y en muchas páginas o blogs de economía, no es tan fácil encontrar personas fuera del mundo de las inversiones que hayan oído hablar de los fondos cotizados. A pesar de que en enero del 2023 este instrumento cumplirá tres décadas de vida, las cuales por otra parte han sido de gran éxito. De hecho, en el año 2018 un 17 % de la capitalización total del mercado bursátil estadounidense se encontraba dentro de los fondos cotizados, lo cual posiblemente se explique una vez se comprende en qué consisten estos instrumentos.