Compliance ayuda a que las empresas cumplan con las normas y la ley vigente
Una buena implementación de compliance asegura, a las compañías y a sus empleados, no incurrir en ningún tipo de delito.
Las buenas prácticas en las empresas ayudan a constituir parte de su prestigio y aval frente a los clientes y el tejido laboral en el que se encuentra. Un escándalo por fraude o falta de atención a la legalidad, en cualquiera de sus ámbitos, como por ejemplo en el de la salud pública, la contaminación o condiciones poco favorables hacia los trabajadores, pueden desprestigiar a la marca y que resurgir sea complicada.
Por ese motivo, han aparecido herramientas que están enfocadas, esencialmente, a corregir estos posibles desvíos en la legalidad, y hacer que tanto la compañía, como sus departamentos, directivos y plantilla en general, actúen acorde con la ley, los estatutos, las normas y los protocolos vigentes. A esa herramienta se la conoce como compliance.
Pero, ¿qué es compliance y como se trabaja en una empresa o marca para que se cumpla con la finalidad última de dicha herramienta? Se trata de un proceso, a través del cual, las compañías y su plantilla de trabajadores se comprometen a seguir las leyes, así como los reglamentos, y demás normas éticas y morales que rigen el sector de su actividad.
En ese sentido, cumplir con estos preceptos es muy positivo para las empresas, ya que es una herramienta perfecta para poner freno, y también para averiguar posibles incumplimientos que se estén haciendo de la ley. Y, esa previsión, servirá para evitar multas o demandas que puedan ser interpuestas. Se trata, pues, de un paraguas garantista que ayuda a las empresas a protegerse y a poner paliativos a posibles malas praxis y sus consecuencias.
¿Qué tipos de compliance existen?
Se puede dar el caso de incurrir en delitos de diferente índole dentro de una empresa, es por ello que compliance abarca todo un conjunto de situaciones que se pueden dar, para solventar y erradicar, en todo caso, su perpetración.
En esa línea, se pueden evitar conflictos de carácter penal, dado que se pretende que, ni la plantilla de trabajadores, ni la dirección de cualquier compañía, incurran en este tipo de delitos de extrema gravedad.
Pero, también, velan por el cumplimiento de las propias normas corporativas y que los códigos éticos de las empresas sean realmente una herramienta de protección del entorno en el que ejecutan su actividad, así como para las relaciones personales de los miembros de los equipos de trabajo.
Muy cerca con la anterior, se halla la compliance que protege la integridad física y la salud de las personas en el entorno laboral. Por eso, un exhaustivo control de las normas y los protocolos de prevención de riesgos laborales, garantizará esta herramienta esencial de las empresas.
Por último, destacan las prácticas anticorrupción, para lo que es necesario que los departamentos financieros y de contabilidad sean pulcros, y no cometan ninguna incompetencia, que lleve a la marca a incurrir en este tipo de delitos de malversación y prevaricación.
Conflictos de intereses y cómo resolverlos
Dentro de las empresas también puede surgir un conflicto de intereses que se hará patente en el caso de que una compañía o parte del personal de la misma, así como los asociados, pierdan la confianza de la empresa. En este caso, suele existir un conflicto que puede afectar de lleno a la gestión, porque ambas partes defenderán sus avales.
Por tanto, se vislumbra un escenario en el que se pone en entredicho que las actividades, las decisiones o consensos que se toman en referencia a la actividad de la empresa, atienden a razones imparciales, y que, por tanto, alguna de las partes está sacando un rendimiento o provecho personal, en detrimento del bien común de la entidad.
Hay que reconocer, que en este campo de acción laboral, hay un listado completo de departamentos en los que los conflictos de intereses salen a la luz. Razones para pensar en que hay que poner paliativos y buscar soluciones, lo menos conflictivas posible, para solventar estos escenarios. Para ello, la formación en la mediación es fundamental.