Gentrificación: un impacto social en la era tecnológica que debe importarte
La gentrificación puede entenderse como un impacto social que se está viviendo en esta nueva era tecnológica afectando grandes ciudades del mundo, un tema que requiere un diálogo a tiempo para frenar o equilibrar las consecuencias que tiene el empuje emprendedor desmedido.
En este artículo profundizaremos acerca de este fenómeno que ya está en la calle y que se está discutiendo en las aulas de las universidades con diversos enfoques (políticos, culturales y económicos) en programas variados que van desde un Master de Innovación hasta un Máster de Arquitectura.
¿Qué es la gentrificación?
La palabra gentrificación es un neolismo inglés que deriva de gentry, una palabra que hace referencia a una clase social mixta de la nobleza, mezclándose tanto la parte social baja como media. Una propuesta de sinónimos al español ha sido aristocratización o aburguesamiento, pudiéndose no recoger todo el concepto que normalmente hace la palabra gentry en su lengua nativa.
Por eso, la exposición del fenómeno puede resultar más útil a la hora de tratar de explicarlo en diferentes escenarios como puede ser la transformación de espacios urbanos deteriorados, la transformación de nuevos espacios elitescos o la turistificación.
La gentrificación en los cascos centrales europeos
Madrid, al igual que otras grandes capitales europeas como Berlín o Londres están llevando a cabo proyectos arquitectónicos en sus cascos centrales con la finalidad de recuperar inmuebles abandonados y deteriorados. Pero estas reconstrucciones también han ocasionado una consecuencia que, aunque esperada por propietarios, no muy bien pensada por parte de quienes están al frente de las políticas públicas. Pues, se han disparado los ingresos de alquileres de las propiedades reconstruidas a unos niveles tan elevados que han producido el desplazamiento de los estratos sociales tradicionales del sector a unos centros urbanos con niveles adquisitivos más bajos.
Esto ha desfavorecido a las clases medias locales que han sido sustituida por clases medias internacionales de mejores ingresos.
AirBnB y su impacto en la turistificación
Grandes emprendimientos como el que ofrece la plataforma AirBnB también han contribuido a la gentrificación adoptando inclusive un concepto propio como es el de la “turistificación” un concepto que hace referencia al desplazamiento de los nativos locales por el de turismo o como también se le llama “no población”.
El negocio de poder ofrecer viviendas, que tradicionalmente se utilizaban para uso familiar, a turistas que pueden pagar en unos pocos días lo que sus dueños recibían en un mes por parte de cualquier inquilino promedio, resulta muy atractivo como para ser rechazado.
Esta realidad está golpeando fuertemente a los empleados y la clase media común que vive en sectores o localidades que gozan de alto interés turístico. Simplemente no pueden pagar alquileres especulativos.
La gentrificación en Silicon Valley
El mismo fenómeno, aunque por razones diferentes, se observa en los Estados Unidos, específicamente en San Francisco la ciudad donde se encuentra Silicon Valley.
Esta ciudad reúne a los mejores emprendedores tecnológicos del mundo quienes en un inicio se residenciaban en las llamadas Sartups Houses, se trataba de una casa con varias habitaciones que acogían a los estudiantes al igual que se hacía en cualquier otra ciudad. Sin embargo, con el tiempo esta dinámico fue cambiando, los estudiantes de Silicon Valley no solo tienen la responsabilidad de estudiar, también deben demostrar que su talento es rentable, lo que genera una alta competencia para conseguir inversores y hacer que sus proyectos valgan la pena.
Este simple cambio de dinámica comenzó a concentrar grandes empresas y start ups en la ciudad como Google, LinkedIn o Facebook, consultores de talla mundial, inversionistas de todo el mundo y los estudiantes se han convertido en tiburones de élite.
Todo lo anterior ha traído como consecuencia que los alquileres se disparen en la ciudad desplazando al ciudadano común hacia las periferias o literalmente a tener un colchón en la calle.
Y… ¿qué hacer?
Todas estas son consecuencias de la competitividad, la alta tecnología y la búsqueda de la belleza arquitectónica, lo cual a simple vista no parece tan malo, pero que a espaldas de los ciudadanos de a pie y del desarrollo de unas políticas públicas adaptadas a las nuevas realidades resultan catastróficas.
No hay una respuesta asertiva o concreta para todos por igual porque la solución depende de la cultura de cada país, de su ideología, de sus leyes, sus gobiernos y el deseo de sus propios habitantes. Por eso, desde mi punto de vista las soluciones deberán buscarse de manera local y no global.