La importancia de vender en el exterior
Cuando se tiene un producto o un servicio probado, el desarrollo natural es llevarlo a vender a escala y vender en el exterior puede ser un buen plan. Esta decisión trae altos beneficios tanto para la rentabilidad de la empresa como para el crecimiento del equipo empresarial. Pero también es cierto que barreras como el cambio de cultural, la diferencia de leyes y la distinción del idioma pueden afectar el proyecto de exportación. En consecuencia, es posible que te preguntes si en realidad vale la pena vender en el exterior tus productos o servicios.
La verdad es que creemos que esta es una decisión que debe ser planificada y adaptada a cada necesidad empresarial, un diagnóstico llevado a cabo por una Consultoría de Comercio Exterior debería ser el primer paso que se dé para evaluar la conveniencia en cada caso particular. Pero definitivamente de que existen ventajas, existen. Aquí te dejo las que he considerado las principales.
Ventajas de vender en el exterior
Aumenta la rentabilidad de la empresa
Abrirse campo en el exterior aumenta las ventas ya que se tendrá acceso a un nuevo mercado. Y al aumentar las ventas aumenta la rentabilidad de la empresa. Aunque siempre es importante tener un plan de internacionalización que ayude a evaluar costos, gastos e ingresos de abrir puertas en el exterior.
Se disminuye el riesgo de economías nacionales inestables
Los cambios en las leyes políticas y económicas de un país pueden afectar directa e indirectamente a nuestro sector empresarial, lo que resulta un alto riesgo para la permanencia del negocio. Cuando se tienen oficinas, tiendas o plantas de manufactura en el exterior se diversifica ese riesgo, pudiendo asegurar la permanencia de la empresa y aprovechar la estabilidad de otros mercados.
Se estimula la innovación dentro de la empresa
Cuando llevamos nuestro producto o servicio a otros países nos exponemos a nuevas culturas e idiosincrasias. Podemos observar más de cerca el comportamiento de la competencia local y aprender de ellos. Esto hace que se adquiera más conocimiento para la producción y venta de nuestros productos y servicios, lo que impulsa innovaciones.
Mayor competitividad nacional
Todo el conocimiento y la experiencia que se va aprendiendo en el mercado exterior se va internalizando en la propia empresa. Sistematizar este conocimiento ayuda a aumentar la competitividad de la propia empresa en el mercado nacional, contribuyendo positivamente en el producto interno bruto y la capacitación de los empleados nacionales.
Se lleva la cultura nacional al mundo globalizado
No importa el producto o el servicio que se ofrezca siempre tiene un sello local, que representa no sólo un país sino en mucho casos costumbres de pueblos desconocidos. De esta forma, al vender en el exterior se lleva un poco de esa cultura local en la forma de hacer las cosas. Además, del orgullo de llevar una marca que representa a nuestro país.
Se alarga el ciclo de vida de un producto
Muchas veces vendemos productos o servicios que alcanzan cierta madurez en nuestra localidad, pero que son totalmente novedosos en otras latitudes. Llegar a este tipo de mercado permite alargar el ciclo de vida del producto.
Disminución de costos
La venta de nuestros productos a escala, permite disminuir el costo unitario, los gastos de marketing y publicidad y aumentar la capacidad productiva ociosa. Esto se traduce en mayor rentabilidad mes a mes.