Emprender y gerenciar ¡dos perfiles diferentes!
Emprender y gerenciar son dos perfiles que requieren de habilidades y talentos innatos totalmente diferentes. El emprendedor no es necesariamente un buen gerente, y lo contrario también es cierto. La principal diferencia es la forma en que su cerebro actúa de manera innata. Es posible que un emprendedor busque aprender sobre gerencia de proyectos, ya que de todos los tipos de gerencia que existen, este es el que mejor entiende su forma de actuar. Es cierto que, aprender sobre gerencia proporcionará al emprendedor habilidades para su éxito como la delegación eficaz, habilidades para organizar y las habilidades interpersonales, pero esto no se debe confundir con su perfil innato.
Debido a que en la práctica y en la teoría me dedico a estos dos perfiles me ha parecido interesante contrastar ambos, emprender y gerenciar, y reflexionar un poco al respecto.
El perfil de un emprendedor
Los emprendedores asumen riesgos, abren caminos, transitan por lugares que otros no han caminado, tienen la habilidad de construir donde nada existe. Por eso es paciente, sabe retrasar sus gratificaciones, después de todo tiene la visión de ver su sueño cumplido y esa es su mejor gratificación. De acuerdo al estudio realizado por Buckingham y Clifton para la organización Gallup, la persona emprendedora siente la necesidad constante de lograr algo, al final del día necesita haber logrado algo tangible para poder sentirse bien consigo mismo. Y esta es una necesidad que tiene todos los días, domingos, feriados, no importa cuál sea el día. Un día de descanso en el que no se haya logrado absolutamente nada es un día trágico para un emprendedor innato.
Esta necesidad de emprender puede ser ilógica para otras personalidades, pero para el emprendedor es su modo de vida, no tiene control sobre su sed insaciable hacia el logro y esto también lo frustra de vez en cuando. Pero a él le toca aprender a vivir con ese descontento. El emprendedor debe aprender a reconocer que eso que lo frustra es su talento, es lo que lo hace único y lo que le da la energía necesaria para asumir nuevos retos cada día.
El perfil de un buen gerente
El perfil de las personas que son organizadoras innatas es el mejor para asumir cargos de gerencia. Los gerentes prefieren un entorno menos riesgoso y más rutinario que el emprendedor. Son muy útiles para que todo marche como es debido, tienen un componente humano que les facilita trabajar con los otros. Esta es una característica que no tiene necesariamente un emprendedor y que estos extrañan tener cuando les toca emprender con otras personas. La pregunta que se hace un gerente todos los días es ¿cuál es la mejor manera de lograr que se hagan las cosas? y esta búsqueda se convierte en su propia obsesión.
Si encuentran un mejor plan para que todo sea más productivo abandonan de inmediato todos los planes anteriores bien formulados y asumen el nuevo riesgo sin meditarlo mucho. Es en este punto en el que coincide con los emprendedores, asumen riesgos cuando se sienten seguros de sí mismos.
Una actividad que le puede encantar hacer a los gerentes innatos es la de armar rompecabezas, ya que su mente actúa constantemente buscando piezas que combinen. Trata de hacer las mejores combinaciones de perfiles de personas a la hora de trabajar, combina los recursos más adecuados para llevar a cabo nuevos proyectos. La confusión de comenzar un nuevo rompecabezas es un reto en el que se sumerge con dinamismo y emoción. Esto lo asume de una manera estratégica, abriendo caminos que presenten el menor número de obstáculos posibles.
El punto de encuentro entre el emprendedor y el gerente
Un emprendedor innato puede verse frustrado con el pasar del tiempo al observar que es arrastrado por su talento, cayendo en la obsesión. La obsesión al trabajo, puede hacer que invierta demasiadas horas en sus proyectos y descuide totalmente su vida familiar o su propia salud provocando la alteración del equilibrio de su vida.
Por eso, para manejar este talento de forma positiva el emprendedor innato podría concentrarse en su autorealización para recuperar ese equilibrio perdido. Al plantearse cada aspecto de su vida como un reto para transitar y sumergirse en lo desconocido, puede canalizar su energía emprendedora hacia la búsqueda del equilibrio personal y de esta forma manejar positivamente su obsesión. Esto lo lleva al campo de la gerencia personal donde tendrá que aprender sobre organización, la habilidad innata de todo buen gerente.
Reflexiones sobre el emprendedor gerente
Cuando un emprendedor innato estabiliza sus proyectos difícilmente se quede como gerente de su nueva empresa, ellos preferirán estar en el área de desarrollo de nuevos productos, es allí donde está la inestabilidad y todo aquello que le estimula todos los días. Si pasan a ser gerentes de sus empresas, se sienten cómodos y lo hacen muy bien, es porque tienen dentro de su talento innato una chispa de “organización”. De lo contrario, ellos saben que este es un cargo que tendrán que delegar.